DESPUES DE LA CEREMONIA
Espacio abierto a quienes quieran compartir sus experiencias después de la ceremonia
Gracias por enviar vuestras imágenes y escritos
Amaya pintó éste cuadro, recordando el amanecer de la ceremonia de diciembre de 2.013. La luz y el Amor del Padre Sol
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A continuación una serie de dibujos de Fermín, sobre personajes del tarot, representados por algunos de los asistentes a la misma ceremonia, y un romance también de Fermín.
A continuación una serie de dibujos de Fermín, sobre personajes del tarot, representados por algunos de los asistentes a la misma ceremonia, y un romance también de Fermín.
ROMANCERO
HIMNO AL GUERRERO QUE LLEVAMOS DENTRO
Como lágrimas se escurren, entre los pliegues de la oscuridad, de las
largas noches de invierno, finos hilos de claridad del sol venidero. Y aunque
ausente a nuestros sentidos, la luz no ha muerto. Así, duerme y despierta, el
espíritu de tu guerrero.
Nacimos para caernos, para alzar nuestra vista, y afilar el
universo. No hay destino más hermoso que
levantarte en armas contra tu enemigo interno.
Nunca y siempre, escondida bajo nuestra piel, discurriendo entre los
eones de nuestra realidad interior, prosigue la batalla. Y lo que ganamos en un
año, lo perdemos en un sueño. Así se desgarra el espíritu entre lágrimas
amargas, y se parte la esperanza en pedazos de odio y miedo.
No hay madre, padre, amiga, amigo,
que pueda acercarse a tu aliento.
Ni hembra ni macho que con su cuerpo húmedo te dé consuelo.
Y de ese pozo solo salimos arrastras, sin ningún mérito, con el dolor
del ciclo de muerte y nacimiento, de
vigilia y sueño.
En tu interior el enemigo agazapado, espera golpearte, buscando un hueco. Entre tus sonrisas, tus miradas, tus deseos… Clava su lanza, y te penetra con sus manos.
En tu interior el enemigo agazapado, espera golpearte, buscando un hueco. Entre tus sonrisas, tus miradas, tus deseos… Clava su lanza, y te penetra con sus manos.
Atrapa un pálpito de tu esencia, condensada en el momento, y solo regurgita una despreciable caricatura de tu ego.
Te arrastra a la palestra de la muerte lenta, de la vergüenza impuesta, del pecado negro.
Es cuando solo puedes, entre océanos de lágrimas, de dolor y sufrimiento, levantar el arma de la sonrisa, de la templanza, de la tolerancia y deshacerte del apego.
Abrazar a tus sombras, renunciando al placer del dolor, al dolor del placer. Ofrecerte a la eternidad de tu interior para comulgar con la sangre de la tierra. Pues antes de estar vivo, ya estuviste muerto.
Y siempre tener presente, escrita con sangre en tu memoria: “Este es el camino del guerrero, este es el juego eterno. Ofrecer una lágrima de conciencia al vasto océano del universo. “
Pues, aunque eternos, recuerda que solo somos eso. Una hermosa partícula de este loco espacio/tiempo.
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